Billeteras electrónicas y transferencias de datos ocultas para el consumidor

por | Dic 5, 2016

Lo más probable es que si tienes un teléfono inteligente ya se haya convertido en tu agenda, reproductor de música, GPS, cámara de fotos y tu contacto con el mundo mediante de redes sociales. Además, te sirve para hablar (!). Lo que quizás faltaba era que se contemplara un sistema de pago en línea. ¿Cómo es esto?

Un ejemplo de esto, es la aplicación del Banco BBVA BBVA WALLET  una billetera electrónica, que te permite administrar el dinero y comprar. Este sistema ha sido importado desde los Estados Unidos, donde es muy utilizada y donde además existe una férrea defensa de los derechos de los consumidores.

En Chile en cambio, la situación es distinta, ni la protección de la privacidad ni la defensa de los consumidores es tarea prioritaria de las agendas legislativas ni de los programas de gobierno.

Es a la sociedad civil a la que toca concientizar sobre los elevados costos para la seguridad y las vulneraciones de nuestra privacidad que subyacen tras tecnologías de punta, como el pago por teléfono móvil. Como sabemos, los datos personales que voluntariamente se entregan solo pueden ser tratados, en principio por la entidad bancaria correspondiente, para los fines para los cuales han sido entregados u otro expresamente autorizados por el usuario; no serán entregados a terceros, salvo cuando la ley lo permita.  Pero esto no siempre es así.

¿Qué hacer cuando la mayoría de las empresas establecen clausulas de exención de responsabilidad sobre las consecuencias que se deriven cuando el acceso al sitio se haya efectuado a través de un link o banner que no dispongan de contratos o alianzas con la entidad referida?

Como  defensores de la privacidad una de nuestras preocupaciones radica en que la aparición de tecnología que ahora involucra a nuestra billetera exponga  a los consumidores más vulnerables, dando lugar a al robo de identidad y la recopilación masiva de datos.

Nuestro teléfono ya no solo conocerá nuestra geolocalizacion, sino que además será participe de nuestro comportamiento financiero, quedando rezagada nuestra privacidad detrás de la fantasía de la tecnología de punta.

¿Se debe permitir a los consumidores decidir sobre si aceptan que sus datos sean recopilados durante transacciones móviles?. La respuesta a priori es Si.

Sin embargo, al contar con una precaria normativa de protección de datos frente al tratamiento automatizados que de estos se hace, las actividades de seguimiento del comercio se filtran.

¿Se nos informa sobre las medidas de seguridad adoptadas para proteger la seguridad de tus datos? ¿o acerca de los derechos y opciones en relación con las políticas de privacidad, una vez que hayan sido infringidas?

Creemos que el uso de las tecnologías debe estar al servicio de las personas por lo mismo es que debemos comprometernos con la concientización de la ciudadanía de que las  innovaciones tecnológicas aseguren nuestra privacidad, en particular la confidencialidad de nuestras transacciones frente a la monitorización masiva. Como no existe un mecanismo que al día de hoy ofrezca seguridad, el riesgo está siempre presente cuando se utiliza el Internet para la transmisión de información personal.

Concientizar es la clave.

Share This