Hace pocos días se inauguró en Santiago un sistema de Bicicletas públicas que unirá varias comunas de Santiago, dentro de una ciudad que lamentablemente no cuenta con las condiciones viales para la bici. Esperamos que este sistema Bike Santiago, como se llama la empresa, impulse un cambio positivo entre peatones, ciclistas y automovilistas.
Sin embargo, el motivo de esta reflexión es otro. Somos ciclistas de fin de semana, y nos gusta la idea de poder venir o volver de nuestros trabajos en bici. Pero, ¿a cualquier costo?
Al ingresar al sistema de Bike Santiago ayer y no encontramos por ninguna parte los términos y condiciones de uso o la política de privacidad, previa a la entrega de mis datos personales en un formulario de registro para el uso del sistema. O sea puedo leerlas solo una vez que ya me registré. Curioso.
Mandamos un tweet a la empresa, preguntando lo anterior, y nos enviaron un link donde no aparece nada y entre vuelta y vuelta, nos piden mandar “un mail con nuestras dudas”. Esto nos parece francamente desconocimiento a la actual ley de datos, puesto que son ellos los que deberían previamente informar y no al revés, nosotros ciudadanos de a pie (o de a bici) pedir la información.
Las dudas son respecto al tratamiento de los datos que almacenan: los del formulario, los relativos a los medios de pago (datos bancarios) y los más delicados a nuestro juicio los de geolocalización. Todo tratamiento requiere como base legal para realizarse el consentimiento del titular de esos datos, lo que implica que la información relativa éste debe ser entregada previamente a la entrega o registro de estos datos y no después. Porque ¿quién firma un contrato y después lo lee?
Si bien estaremos frente a un contrato de adhesión, esto es lo aceptamos o no sin posibilidad de negociar, creemos que al menos debemos saber antes las consecuencias de éste. ¿Borrarán sus datos si nos les gusta lo que leen después? ¿o si decido darme de baja del sistema? ¿Cederán sus datos a Itaú o sus empresas relacionadas? ¿Cuánto tiempo se almacenarán? ¿Serán cedidos a terceros? ¿Bajo qué condiciones? ¿Es proporcional el registro al beneficio obtenido?
El reglamento del sistema nada dice al respecto, pues como ven, los usos y beneficios y el manejo de datos son dos temas diferentes.
Nada por aquí ni por allá…
Es un sistema económico, nos beneficia a todos, o al menos los que se inscriban, pero tampoco creemos que la empresa que está detrás no vive de la caridad. Cuando el negocio es “casi” gratis, el precio son tus datos. Al menos infórmate y exige saber que harán con lo que es tuyo.