Datos Protegidos para el Big Data

por | Oct 4, 2016

Hablar de Big Data o Datos masivos resulta muy atractivo. Se trata de todos los datos, volumen, que generamos en nuestra vida en red, variedad, a gran velocidad. El análisis de datos no es algo nuevo, la humanidad lleva miles de años analizando los datos de su alrededor, sin embargo hoy el Big Data promete revelaciones valiosas a quienes los utilicen. El Big Data requiere recopilar, almacenar y reutilizar nuestros datos muchas veces personales. Esta tecnología seguirá creciendo y abaratándose cada vez más aun el costo para usarla. Ya no solo la privacidad resultará en afectada si no también la libertad y albedrío ante la  posibilidad de hacer predicciones basadas en datos masivos.

No aumenta el riesgo, cambia el riesgo: la información vale no por su propósito primero, si no por el uso secundario.  Esto significa que consentimiento, información y limitación de la finalidad, puerta de entrada para el tratamiento de datos lícito, también cambia. El Big data requiere un uso futuro de los datos que no imaginamos hoy.  ¿Es válido un consentimiento donde autorizo un uso de datos sin explicitar finalidad? Sin duda no de cara a las tradicionales regulaciones de protección de datos.  Éstas no puede ser un obstáculo al desarrollo de las tecnologías si no una aliada, el centro de confianza, lo que significa contemplar mecanismos legales de control sobre toda la cadena de explotación de datos basados en privacidad por defecto. La anonimización es otra de medidas para los datos protegidos, que consiste en impedir que puedan re-identificarse las personas naturales.

Estudios señalan que al 2018 Chile será uno de los países que más invertirá en Big Data. Pero la realidad es que solo la industria financiera y el retail usan esta tecnología que trae grandes beneficios por ejemplo en el área de la salud. No todo es esencialmente técnico, las organizaciones en Chile no han internalizado el valor de los datos y las ventajas competitivas de una buena gobernanza en la materia,  lo que implica abordar eficazmente de cara a la legislación y a las personas aspectos de seguridad. Nuestra ley de datos, vigente desde 1999, está lejos de apoyar o de generar un sistema de protección en Chile que entregue reglas claras para futuras inversiones en Big Data, o para comprender cuales actuaciones se enmarcan dentro de la legalidad, evaluando su impacto respecto de los derechos de las personas. La inexistencia de un ente de control que interprete y genere criterios, es otra de las grandes falencias. Es fundamental verificar un manejo responsable de datos para aprovechar todos los beneficios del Big Data, basado en los derechos de las personas, que no transforme la tecnología en poder de unos sobre otros.

Esta columna fue publicada en la Revista TrendTic

trendtic

Share This